lunes, 30 de enero de 2012

'39

Brian May nunca será el mejor guitarrista, ni el más original, ni el más carismático, pero nadie puede discutir que sea único, ya que no hay muchos doctores en astrofísica en el mundo del rock y no sólo eso, sino que sin él no se podría entender Queen tal y como lo hemos conocido. En su aclamado A Night at the Opera, hay una serie de piezas compuestas por él que sobresalen notablemente a lo largo del disco (bueno, y que canción del disco no es en realidad notable). De todas ellas hay una pequeña balada folk cantada por el propio May con una temática que podría haber sido sacada de alguno de los relatos de Arthur C. Clarke. Curiosamente, la canción el la número 39 de su discografía.




Letanías desde la lejanía

No es que sea el mejor, pero como mínimo el más versátil. Eso es lo que siempre pensaré de Mike Patton y aquí es donde se demuestra. John Zorn sabe siempre como sacarle partido a sus músico y aquí hace que Patton demuestre de lo que es capaz. Claro está que si no comparas esto con Faith No More o Mr Bungle, no te podrás hacer una idea de lo que es capaz este tipo.



lunes, 16 de enero de 2012

La alondra asciende de nuevo

Posiblemente la banda más original de rock progresivo de la historia, King Crimson siempre se ha caracterizado por no seguir una línea definida. Lo único que se puede considerar marca de la casa es la guitarra de Robert Fripp, pero el resto está en constante devenir, como diría Heráclito. En una de las alineaciones más creativas que tuvo, sólo superada por la de los primeros álbumes, llevaron a cabo discos magistrales como el Larks' Tongues In Aspic del cual se pueden destacar piezas como la que le da nombre al disco en clara alusión a The Lark Ascending de Vaughan Williams, a la cual ya le dedique una entrada en su momento y que poco tiene que ver con aquel In the Court of the Crimson King y su ya mítica portada.



jueves, 5 de enero de 2012

Hocus Pocus

Toca irnos a Holanda, porque de ese país siempre te puedes llevar sorpresas y a estas alturas después de hitos como Van Halen o Urban Dance Squad (que nada tienen que ver entre sí) es bueno recordar como de repente este pequeño país saltó a la escena internacional con una de las canciones más... no sé, más geniales de la historia, demostrando que para triunfar hace falta un buen riff y hacer todos los sonidos posibles con la boca.